El informe Delitos y violencias del Observatorio de Políticas de Seguridad de la provincia de Buenos Aires sintetiza una mirada sobre la evolución cuantitativa de ciertos delitos y eventos violentos a partir de la estadística oficial durante los años 2008 al 2012. El aporte específico del trabajo consiste en la elaboración de una serie de cálculos y reconstrucciones temporales e históricas que busca utilizar la estadística existente para ampliar el conocimiento socialmente disponible sobre el transitado problema de la inseguridad.

El documento completo se descarga gratuitamente y también se encuentran disponibles breves reportes por temas y lugares que junto con los mapas pretenden facilitar el acceso a la información de un público lo más amplio posible. A continuación, algunos de los aportes centrales: 

Los datos más confiables (por la baja tasa de sub-registro) corresponden a los homicidios. En la provincia de Buenos Aires existen datos comparables desde 2008. Entre 2008 a 2012 se verificó una tendencia  descendente de este delito durante los cinco años estudiados.   

Elaboración: Observatorio de Políticas de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires a partir de datos de la Procuración General de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires.

Sin embargo, datos publicados recientemente para el 2013 expresan un cambio en esta curva descendente. Así, el número total de homicidios de 2013 fue de 1295, cifra que no alcanza a los valores máximos de 2008 (1509) o 2009 (1348) Más allá de estas fluctuaciones, las tasas de homicidio de la provincia se ubican entre las más bajas de América Latina. En tanto la tasa de homicidios dolosos cada 100 mil habitantes en 2008 fue de 9,6, homicidios, en 2012  fue de 7,65 homicidios. La tasa de 2013, estaría en valores superiores a los 8 homicidios cada 100 mil habitantes.

La tendencia descendente en los homicidios durante el lapso 2008-2012, también se expresa en el Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil (que investiga los delitos de los menores de 18 años de edad).

El análisis desagregado territorialmente expresa la gran desigualdad en la exposición a la violencia letal que se vivencia en los distintos territorios de la provincia. Un aporte central del trabajo es que analiza la evolución de los homicidios 2008-2012 por cada Departamento Judicial e identifica que en la provincia de Buenos Aires conviven tasas de homicidios que se pueden ubicar entre las más bajas del mundo (por ejemplo Necochea durante los años 2009 y 2010 osciló en tasas de 1, 7 y 2,5 homicidios cada 100 mil habitantes) con territorios con tasas de 12 homicidios cada 100 mil habitantes como San Isidro durante 2009. 

Los Departamentos Judiciales con mayor tasa de homicidio durante los 4 años son los más densamente poblados: se observa que los promedios en las tasas de homicidios dolosos más elevadas durante los 4 años estudiados se presentan en los Departamentos Judiciales del Conurbano Bonaerense más densamente poblados, es decir los que tienen mayor cantidad de habitantes en un mismo espacio físico: los departamentos judiciales San Martín y La Matanza. Habría aquí una correlación “dura” entre homicidios y densidad poblacional, que es interesante profundizar en estudios posteriores. Sin embargo y contra la tentación de simplificar el análisis, Mar del Plata plantea una importante excepción, al presentar tasas de homicidios similares al Conurbano Bonaerense, sin tener números comparables ni de población, ni densidad. 

El estudio evidencia la necesidad de diseñar políticas públicas diferenciadas en atención a la diversidad de situaciones que se presentan en la provincia de Buenos Aires. La ausencia de este tipo de análisis en la estadística pública oficial llama la atención sobre los profundos déficits en la construcción de diagnósticos que reclaman políticas públicas eficaces en materia de seguridad.

Otras Violencias 

A la hora de identificar prioridades el estudio destaca que mueren mayor cantidad de personas en la provincia de Buenos Aires como víctimas de homicidios culposos (casi en su totalidad hechos de tránsito) que en el marco de homicidios dolosos. Esta tendencia se verificó durante todos los 4 años estudiados. No sólo se trata de la principal causa de homicidios en la provincia de Buenos Aires sino que es particularmente preocupante que los homicidios culposos muestran una tendencia ascendente en el período 2009-2012. 

El estudio también analiza las estadísticas del Ministerio de Salud Si bien estas fuentes no registran delitos, se trabajó en ellas porque ayudan a complejizar la mirada sobre las violencias. Las conclusiones confirman la prioridad de atender a las muertes vinculadas a los denominados “accidentes de tránsito”. Pero también a otras muertes registradas en la categoría “otros accidentes”. Y es que esta  categoría fue la que englobó la mayor cantidad de muertes por causas externas entre 2007 y 2011 en la provincia de Buenos Aires.  Junto a la categoría accidentes de tránsito sumaron entre el 50 y el 54 % de todas las muertes violentas de la provincia. Si bien las muertes por accidentes de tránsito como problema han adquirido un lugar en la agenda, la categoría “otros accidentes” constituye aún una categoría opaca y una realidad invisibilizada. La propia inseguridad del entorno, la precariedad habitacional y la alta exposición a riesgos derivadas de las condiciones ambientales podrían estar configurando este alto porcentaje de muertes vinculadas a los otros accidentes. Las violencias del trabajo precario también podrían estar ocultas en esta categoría. Sin dudas, se trata de una deuda pendiente avanzar en el registro y visibilización de este tipo de violencias. 

A contrario del descenso de los homicidios verificado entre 2009-2012, durante el mismo lapso aumentan las denuncias de lesiones leves, las tentativas de homicidios y los robos con armas. Tres delitos que hemos seleccionado como indicadores de la violencia interpersonal. El aumento de delitos como las lesiones leves y las tentativas de homicidios expresan la relevancia de un conjunto de situaciones violentas que incluyen desde agresiones en el marco de accidentes de tránsito, disputas asociadas a relaciones de vecindad,  riñas, violencia de género, familiar, peleas laborales, conflictos vinculados a redes y mercados informales y/ ilegales. El crecimiento de estas denuncias nos está llamando la atención sobre la relevancia en la vida social de una diversidad de violencias que en modo alguno pueden contener las políticas de corte policialista  y que reclaman diseños preventivos integrales y multi-agenciales.

El análisis del robo con armas llama la atención sobre la necesidad de avanzar en el control de los mercados ilegales de armas. Existe consenso acerca de la escasa confiabilidad de las estadísticas de robos debido a la alta tasa de sub-registro. De hecho, los datos 2009-2012 expresan un descenso de los robos, mientras que los estudios de victimización dan cuenta de una alta tasa de robos, aún en términos comparativos con otros países de América Latina. Por ello, en este contexto general de descenso en las denuncias de robos, nos parece significativo prestar atención al aumento de los robos con armas que bien puede expresar un aumento en los hechos o una mayor tendencia a denunciar por las propias características de los hechos. Es interesante destacar que el aumento del robo con armas no se corresponde a un aumento en los homicidios, pero seguramente estaría impactando en el aumento del temor y la desconfianza.